Existen
diversos tipos de cultivos que responden a determinadas necesidades humanas
conforme el clima, subsuelo o región: el cultivo extensivo se practica en
grandes extensiones de tierra y alcanza rendimientos económicos muy bajos, pero
en su conjunto resultan aceptables; mientras que el intensivo se
practica en espacios reducidos de terrenos, pero es más rentable y productivo.
Es altamente
mecanizado, y por lo general los productos que se obtienen de
ésta son enviados a la agroindustria.